Tijuana, 16 de julio.- Durante los últimos cuatro años, organismos civiles emprendieron diferentes estrategias para salvar la última etapa del río Alamar, considerado uno de los pocos generadores de oxígeno en la ciudad, el cual será canalizado, a través de un proyecto eco-hidrológico que no contempla el uso de concreto.
La vocera de la mesa técnica (integrada por organismos civiles y autoridades federales y estatales), Margarita Díaz, celebró que este jueves se diera el banderazo para arrancar la obra, en la que finalmente se escuchó la voz ciudadana, al elegir un proyecto que además de garantizar la seguridad del cauce, también contempla los cuidados al medio ambiente.
«Coincidimos en el propósito de preservar la continuidad de los invaluables servicios ambientales, que este importante bosque ribereño nos proporciona. Celebramos haber podido conciliar intereses económicos, sociales y ambientales asociados a esta obra», señaló.
El gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, detalló que para la canalización se invertirán 200 millones de pesos, de los cuales 160 provienen del gobierno federal y el resto corre a cargo del estado.
De los 10.2 kilómetros de distancia que integra el río de la ciudad, los últimos tres serán canalizados con un cauce piloto, elaborado con piedras, también con la construcción de un bordo, ubicado fuera del área natural de ese espacio, asegurando la conservación de la zona riparia, en donde habitan distintas especies animales.
Desde hace casi cinco años, organismos civiles, activistas y colonos del Alamar iniciaron una lucha para frenar la canalización del arroyo, a base de materiales de concreto, incluso llegaron a solicitar un recurso de amparo que finalmente no se les concedió, pero optaron por la creación de una mesa técnica con la intención de conciliar un proyecto que fuera aprobado por ambas partes: el gobierno y la sociedad organizada.